Nuestra fecha especial
Una bella mañana
Aún recuerdo aquel día, fue una bella mañana cuando decidí ir a
buscarte, para tratar de preguntarte por una última vez, -¿Me das una
oportunidad?-. -Me das la oportunidad de enamorarte, amarte, de compartir
contigo cada día de nuestras vidas, de compartir momentos juntos-. En un
instante, te vi, y me fije en tus ojos, no demostraban admiración, creo que fue
otra pequeña decepción.
Pero me arriesgué; me arriesgue por ti, porque sabía el impacto tan
violento y positivo que causarías en mi vida. Y fue así, tus ojos, tus besos y
tus abrazos lograron controlarme; tú me cambiaste. Desde aquel día, ese muchacho
no ha podido dejar de pensar en ti, en los momentos llenos de felicidad junto a
ti; pero también, en esos días en los que tan triste y sola te dejo, cuando el
orgullo fue el vencedor de aquel gran amor.
Los días pasan, miramos hacia atrás y nos damos cuenta, cuán largo ha
sido el camino que hemos recorrido, superando diferentes obstáculos que han
buscado separarnos sin tener piedad. El amor, se hizo presente, su fuerza de
voluntad no lo permitió; nuestros corazones nunca se soltaron; al contrario, se
necesitaron cada día un poco más. Si se alejaban, se extrañaban y gritaban
pidiendo tu regreso, para animar la pena capaz de matar.
Y sucedió, el amor a nuestras vidas llegó. Sin previo aviso, consumió
nuestros pensamientos y nuestras ganas de estar en los brazos de una persona
terminó. Con sólo sentir el roce de sus manos sobre las mías, fue la mayor
seguridad que tuvimos, de qué ese instante sólo era el inicio de nuestra
historia de amor. Un día, se convirtió en nuestra fecha, para recordarle a mi
gran amor, lo mucho que la amo yo.
Comentarios
Publicar un comentario