El poder de un abrazo
El poder de un abrazo
Abrazar, una caricia del alma
Puede que un abrazo no tenga la solución al problema que nos ocurre, que ni aleje o haga desaparecer lo que nos rodea, pero su magia recompone nuestras heridas, alivia nuestro sufrimiento y nos transmite que más allá de lo ocurrido, hay alguien que nos quiere y se preocupa por nosotros. Porque un abrazo sincero es amar en toda regla.Abrazar es acariciar el alma de la otra persona y proporcionarle un refugio entre nuestros brazos. Un gesto pequeño pero repleto de sentimientos que cura y recompone a nivel emocional. Abrazar es hablar el lenguaje del corazón.
Todos sabemos qué es un abrazo o en qué consiste el acto de abrazar. Según lo define la RAE en su primera acepción, sería el acto de ceñir con los brazos, aunque también señala otras como el estrechamiento de los brazos en señal de cariño o el hecho de rodear, ceñir por sí mismo. También se define como estrechar a otra persona entre nuestros brazos como forma de saludo, dar afecto o consuelo.
El abrazo es un excelente medio de comunicación que no necesita ser hablado ni expresado a través de las palabras. Pero, más allá de todas estas definiciones teóricas ¿alguna vez hemos pensado todo lo que conlleva un abrazo? Es decir, ¿cómo sentimos los abrazos y qué repercusiones tienen sobre nosotros?
Si hacemos memoria y echamos manos de nuestros recuerdos, seguro que encontraremos numerosas situaciones que dibujan una sonrisa al rememorarlas en las que un abrazo fue suficiente como consuelo, acto de cariño o respuesta a algo que necesitábamos; incluso también como un regalo de nuestros seres queridos. Los abrazos son momentos repletos de felicidad capaces de emocionar hasta al corazón más duro porque tienen el poder de traspasar corazas.
Tenemos la mala costumbre de ignorar la importancia de los pequeños detalles y el valor que conlleva dedicar tiempo a nuestros seres queridos… Abrazar es una maravillosa formar de dar amor a los que nos rodean, es acariciar el alma de quien tenemos cerca. Todos funcionaríamos mejor si abrazáramos o nos dejáramos abrazar más a menudo, porque aunque abrazar es un acto cotidiano del cual desconocemos la plenitud que nos proporciona.
Resulta imposible enumerar todos los beneficios que reporta un abrazo, ya que habría que detenerse en cada situación específica, observando el contexto, el motivo, las personas implicadas y la historia de cada una, pero podemos mencionar algunos de los beneficios generales que aportan los abrazos sanos y positivos.
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